
Como cada 8 de marzo, en movilizaciones que se replicaron en distintos puntos del mundo, miles de mujeres y diversidades tomaron las calles de la ciudad en una concentración multitudinaria. Firmes y con la voz en alto, columnas interminables de organizaciones feministas, sindicatos, movimientos sociales, agrupaciones políticas y culturales exigieron políticas públicas de género al gobierno nacional y provincial, y repudiaron los retrocesos impulsados desde el Ejecutivo.
En las provincias del nordeste, como en el resto del país, el 8M se vivió con fuerza. Feminismos, colectivos de diversidad, gremios, referentes del arte y la cultura expresaron su rechazo al desmantelamiento de programas y organismos que durante años trabajaron en la prevención y erradicación de las violencias de género. El repudio se amplificó luego de que, en un hecho inédito y alarmante, el propio presidente de la nación argentina, Javier Milei, eligiera esa fecha emblemática para difundir un video oficial en el que niega la existencia de los femicidios, llamándolo "homicidios de mujeres" y reafirmando su ofensiva contra lo que denomina "ideología de género".
En cada rincón del país, las mujeres y disidencias hicieron oír su mensaje: no están dispuestas a retroceder ni a resignar derechos conquistados con décadas de lucha. Los reclamos y demandas se condensaron en documentos leídos en las plazas y puntos de encuentro, donde se reivindicaron los derechos de las mujeres y las diversidades y se reafirmó el compromiso de resistir frente al avance de políticas regresivas.




